viernes, noviembre 17, 2006

El Cambio Climático en la ciudad de Rosario

Nuevamente vemos muestras de la transformación del clima. En esta oportunidad el cambio climático se hizo presente en la ciudad de Rosario, donde el miercoles 15 de noviembre una fuerte tormenta de granizos de más de 8 centimetros de diametro y viento con rafagas que alcanzaron altas velocidades, azoto a la ciudad.

El fenómeno climatico cobró cuatro víctimas fatales, cientos de heridos, incontables automóviles que se encontraban en la calle sufrieron roturas de cristales y en muchos hogares los vidrios y techos no soportaron los golpes del granizo.

Las calles se encontraron tapizadas por ramas y hojas de los árboles u durante largos minutos fue imposible comunicarse telefónicamente con buena parte de la ciudad, y media hora después de finalizada la tormenta continuaba colapsado el servicio de telefonía celular.
Localidades cercanas a Rosario tambien sufrieron el embate de fenómeno climatico que destruyó gran porcentaje de la producción agrícola del sur de la provincia de Santa Fe.

Fué una muestra más de el cambio climático.

jueves, noviembre 16, 2006

La Argentina y Brasil primeros entre los países que más trabajan por el medio ambiente


Deutsche Welle nos informa que la organización ecologista alemana Germanwatch presentó, en el marco de la Conferencia del Clima en Nairobi, un ranking que intenta catalogar a las naciones según sus esfuerzos de protección ecológica.

En las conferencias relacionadas con el medio ambiente suele estar claro quienes son los buenos y quienes los malos: Estados Unidos, Australia, Canadá, Arabia Saudita y Rusia suelen ser el eje de bloqueo y los países europeos los que impulsan la protección medioambiental. Desde el punto de vista práctico, sin embargo, resulta difícil catalogar a las naciones según un ranking ecológico, pues deben contemplarse muchos criterios y variantes difíciles de definir.

En tierra de ciegos el tuerto es rey

A la cabeza de la lista de 56 naciones presentada por Germanwatch se encuentran Suecia, Gran Bretaña y Dinamarca. Pero incluso estos países no se merecen una medalla, en opinión de la organización ecologista, pues aunque causan menos daños que otras siguen haciendo poco por proteger la naturaleza.

Los miembros de Germanwatch analizaron las emisiones de estos países en el sector de energía, tránsito vehicular, industria y uso privado. Tomaron en cuenta además pronósticos de las tendencias en el mediano plazo, así como las políticas implementadas a nivel nacional, estatal y comunal.

El ranking es en definitiva inexacto, pues hay muchas variantes difíciles de medir. De qué sirve por ejemplo la mejor política gubernamental, cuando un europeo sigue generando un mayor volumen de emisiones contaminantes per cápita que un chino. Pero aún cuando el ranking presentado por la organización no gubernamental carece de método científico, revela tendencias evidentes, especialmente en lo que se refiere a las naciones que más contaminan.

A la cola de las naciones investigadas se encuentra Arabia Saudita que sale muy mal parada tanto en el nivel de emisiones contaminantes como en lo que a políticas ecológicas implementadas se refiere. Siempre a la cola Estados Unidos, en donde se registran pocos avances en la implementación de políticas ecológicas de envergadura.

Los paladines ecológicos sólo en quinto lugar

Alemania ocupa el lugar número cinco en la lista. Mientras que algunos podrían sentirse satisfechos con este lugar, los especialistas de Germanwatch demanda que el Gobierno alemán, que no se cansa de alabar sus leyes en pro de energías renovables como la eólica o la solar y presentarse como paladín de la ecología, no se de por satisfecho con este resultado.

El grave manco alemán radica en el enorme uso de carbón por parte del sector eléctrico y energético, explica Matthias Duwe, de la organización ecológica europea "Climate Action Network", que participó en la elaboración del ranking.

Resulta sorprendente que países en vías de desarrollo como Ucrania y Kazajstán se sitúen por encima de Estados Unidos. El mensaje central del ranking presentado en Nairobi, en donde este 15 de noviembre comienza la fase caliente de negociaciones sobre la revisión del Protocolo de Kyoto, es que a la delantera en el esfuerzo por proteger la naturaleza se encuentran los europeos, seguidos pro países en vías de desarrollo ambiciosos como Brasil o Argentina. A la zaga se encuentran los malos de siempre.

miércoles, noviembre 15, 2006

Kofi Annan lanza un plan contra el cambio climático en África

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, lanzó el miércoles un plan para ayudar a África a luchar contra el calentamiento global, y criticó una "aterradora falta de liderazgo" a la hora de enfrentarse a lo que calificó una de las mayores amenazas del mundo.

"El cambio del clima global debe ocupar su papel junto a esas amenazas - conflictos, pobreza, la proliferación de armas mortíferas - que han monopolizado tradicionalmente la atención política de primer orden", dijo a los ministros reunidos en una conferencia de la ONU.

Annan anunció el plan de seis agencias de la ONU calificado el "Proyecto Nairobi" para ayudar a los países en desarrollo, especialmente en África, a conseguir más fondos para promocionar las energías limpias como la eólica y la hidroeléctrica, e instó a los ricos países donantes a contribuir al mismo.

También dijo que los organismos de medio ambiente y desarrollo de la ONU estaban lanzando una iniciativa para ayudar a los países pobres a tener en cuenta el cambio climático en sus planes de desarrollo, como construir carreteras, puentes o edificios que soporten más inundaciones o sequías.

"El cambio climático no es simplemente un problema medioambiental, como demasiada gente sigue creyendo. Es una
amenaza universal", dijo en las conversaciones, en las que se están buscando
fórmulas para ampliar el Protocolo de Kioto de la ONU sobre la lucha contra el cambio climático
más allá de 2012.

"Aunque el Protocolo de Kioto es un avance crucial, ese
avance es demasiado pequeño. Y mientras consideramos cómo avanzar aún más, sigue
habiendo una aterradora falta de liderazgo" declaró.

Annan, un ghanés que abandonará su cargo en la ONU en diciembre, no mencionó el nombre de ningún país en su intervención ante los ministros de Medio Ambiente de unos 100 países.

Estados Unidos, el mayor emisor de gases con efecto invernadero del mundo, y Australia son los únicos grandes países industrializados que no han firmado Kioto, por el que 35 naciones han aceptado recortar las emisiones de este tipo de gases de plantas eléctricas, fábricas y coches.

lunes, noviembre 13, 2006

Merkel y Blair frente al cambio climático

Alemania acordó formalmente colocar en primer plano el tema del cambio climático durante su presidencia en la Unión Europea y el Grupo de los Ocho. El horizonte va más allá del Protocolo de Kyoto.

Alemania asumirá al mismo tiempo la presidencia de la Unión Europea y del Grupo de los Ocho, en enero de 2007. Es por ello que el gobierno británico se encuentra interesado en que la canciller Angela Merkel garantice continuidad a dos líneas de acción impulsadas por Inglaterra: la primera se refiere al acuerdo que sucederá en el año 2012 al Protocolo de Kyoto, sobre la reducción de emisiones de dióxido de carbono en el mundo; y la segunda, el programa para mitigar los efectos del cambio climático y de la pobreza en África. Ambas directrices fueron promovidas durante la presidencia británica de la Unión Europea, en 2005.

El primer ministro británico, Tony Blair, sabe que encuentra en la canciller Merkel un interlocutor sensible a ambos temas. En el gobierno del canciller Helmut Kohl, la actual jefa de Gobierno de Alemania fungió como ministra de Medio Ambiente y, por ello, conoce de primera mano los problemas que le planteó Blair durante la visita.

El cambio climático, prioridad mundial

La reducción de emisiones de dióxido de carbono ha surgido como tema relevante en la agenda mundial. Este viernes, la Organización Meteorológica Mundial, con sede en Ginebra, dio a conocer que la concentración de dióxido de carbono alcanzó un nivel máximo en 2005. Con ello, se da por un hecho que no se cumplirán los compromisos adquiridos por los países firmantes del Protocolo de Kyoto. Hace unos días se presentó un informe, ya comentado en DW WORLD (ver abajo), que advierte sobre una posible debacle económica como consecuencia de este incumplimiento.

Esta situación será abordada durante la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático, que se celebrará en Nairobi del 6 al 17 de noviembre, y en la cual Alemania e Inglaterra formarán una mancuerna relevante.

Una cena productiva

Éste fue, de hecho, el tenor que dominó las declaraciones al término del encuentro entre la canciller Merkel y el primer ministro Blair. En Londres, Merkel reiteró que ambas naciones actuarán de manera coordinada para impulsar un nuevo tratado que sustituya al Protocolo de Kyoto. El cambio climático, dijo la canciller, "es uno de los grandes retos del siglo XXI. Europa contempla esto como una oportunidad para demostrar su liderazgo mundial en este tema".

La jefa del gobierno señaló además que Alemania se comprometió a ubicar al cambio climático como uno de los temas principales en su agenda, tanto en la presidencia de la Unión Europea como en la del Grupo de los Ocho, que reúne a los países más industrializados del mundo.

Por su parte, Blair se dijo convencido de que es posible convencer a Estados Unidos para que suscriba el Protocolo de Kyoto. La doble presidencia de Alemania, apuntó el primer ministro, "es una auténtica oportunidad para alcanzar cambios reales el año que viene". Las declaraciones de Merkel y blair tienen destinatarios muy concretos: hasta el momento, el Protocolo de Kyoto no ha sido reconocido por el gobierno estadounidense, ni por otros países como Australia.

Por: Enrique López Magallón

Los pobres, principales víctimas del cambio climático

América Latina contribuye con sólo el 4% de las emisiones globales de "gases invernadero". Pero, como lo demuestran diversos estudios, el cambio climático azota más fuertemente a los países en vías de desarrollo.


Hans Joachim Schellnhuber, director del Instituto para la Investigación Climática, con sede en Postdam, no alberga ninguna duda: "Todos los estudiosos del clima estamos de acuerdo en que el cambio climático evoluciona de manera más rápida de lo que pensábamos hace diez años".


La organización no gubernamental alemana Germanwatch lo resume de este modo: "Para limitar las consecuencias del cambio climático, gran parte de la comunidad internacional acordó reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo menos en los países industrializados. Esto, a través el Protocolo de Kyoto". Sin embargo, "las emisiones de dióxido de carbono aumentan en todo el mundo, sobre todo en aquellas naciones que adquirieron compromisos específicos con el acuerdo: 2005 fue el año con más emisiones de dióxido de carbono de toda la historia", agrega la ONG.

Un problema de todos

Pero el problema no es sólo de los países más industrializados. Un grupo de trabajo coordinado por Juan Mayr Maldonado, ex ministro de Medio Ambiente de Colombia, llegó a la conclusión de que "los principales afectados serán las personas pobres en países en vías de desarrollo" y que, si esto sucede, "en esas naciones se profundizarán las desigualdades".


En un amplio documento, Mayr y su equipo de trabajo localizan algunos de los problemas específicos que el cambio climático acarrea para la región. "Los modelos climáticos permiten predecir un incremento de lluvias para la parte este de Sudamérica, y una disminución para la parte centro y sur de Chile. Tales tendencias se mantendrán, previsiblemente, a lo largo de las próximas décadas.

"Hay indicadores de ambos extremos: la sequía de 2005 en la cuenca amazónica probablemente fue la peor desde que se guardan registros. En algunas zonas, el nivel del Amazonas fue el más bajo de los últimos 35 a 60 años".


Resulta irónico que tales fenómenos se den en América Latina, que solamente contribuye en un 4 por ciento al calentamiento global ocasionado por actividad humana.

En cambio, los mayores emisores de gases invernadero son Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Alemania y Ucrania. Así es: el calentamiento global es ocasionado mayormente por las naciones más industrializadas o en crecimiento acelerado, en perjuicio de las más pobres.


Llamado urgente

Es por ello que la Conferencia sobre el Cambio Climático comenzó en Nairobi con un llamado urgente a los países emisores de dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos, y hexafluororo de azufre. "El cambio climático puede echar por la borda todos los logros alcanzados hasta el momento en la lucha contra la pobreza", dijo el ministro de Medio Ambiente de Kenia, Kivutha Kibwana.


Algunos han asumido los compromisos del Protocolo de Kyoto. De las naciones que encabezan la lista, Alemania, Gran Bretaña y Ucrania han conseguido reducir sus emisiones de gases invernadero en 17,2%, 14,3% y 55,3 %. Pero otras, como Turquía, España y Portugal, han aumentado su participación en 72,6%, 49%, y 41 %.

El Protocolo de Kyoto, pues, no ha alcanzado su objetivo de formar una acción concertada contra el calentamiento global. El plazo fijado para el año 2012 parece ya demasiado corto, y es por ello que Alemania e Inglaterra pretenden utilizar su liderazgo para impulsar ya un nuevo acuerdo que sustituya al que fue suscrito en el santuario japonés. El primer reto puede vaticinarse desde hoy: incorporar a Estados Unidos, país que ha dado la espalda a los esfuerzos por reducir las emisiones invernadero en todo el mundo.

China, la gran locomotora contaminante

Un artículo de Enrique López Magallón nos informa sobre las consecuencias de la contaminación en China que es el segundo país que más emisiones de dióxido de carbono produce en el mundo. Aunque las autoridades han emprendido acciones concretas, la polución originada en esa nación no se detendrá en las próximas décadas


El gobierno de China comenzó a adoptar políticas públicas relacionadas con el medio ambiente desde los años ochenta. En 1989 fue decretada una norma específica: la "Ley de Medio Ambiente de la República Popular China". Ésta sirve como marco a otras seis normas en materia ambiental, además de trece más dedicadas al manejo de los recursos naturales y 34 reglamentos complementarios. A nivel nacional, existen más de 1,020 reglamentos locales para el cuidado del medio ambiente.

Un reto mayúsculo

Las autoridades reconocen que, en el marco de un crecimiento económico acelerado, el cuidado del medio ambiente "será uno de los grandes retos a los cuales se confrontará China en el siglo XXI". En 2002, China culminó el proceso interno de aprobación del Protocolo de Kyoto, y con él, asumió plenamente el compromiso de reducir sustancialmente sus emisiones de gases invernadero.

China presentó a la ONU, en 2004, su primer informe nacional relacionado con la emisión de gases contaminantes. Las cifras resultaron de especial importancia pues, según se confirmó, China es la segunda nación cuya industria arroja más dióxido de carbono al ambiente del mundo, después de Estados Unidos (que no forma parte del tratado). Desde entonces no ha habido grandes cambios.

Este año, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) publicó un extenso documento sobre la emisión de gases de efecto invernadero; en él, indica que China emitió 3,719 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2003. Pese a los numerosos programas oficiales mencionados en materia de medio ambiente, y a las declaraciones del gobierno chino en ese sentido, las predicciones de la OCDE no son buenas.

Tendencia negativa

De acuerdo con éstas, China no sólo no disminuirá, sino que duplicará sus emisiones de dióxido de carbono para el año 2030. Cifras más recientes, citadas por el periódico inglés The Guardian, confirman esta tendencia. Para comparar, Estados Unidos emita actualmente 5,729 millones de toneladas de dióxido de carbono; Japón, 1,201; Alemania, 854 millones; e Inglaterra, 540 millones de toneladas.

No es el único enigma

Pero la gran incógnita la presentan países como China, con gran crecimiento económico. De ellas dependerá, en buena medida, el éxito o fracaso de los esfuerzos a futuro. El ministro de Medio Ambiente de Alemania, Sigmar Gabriel, cree que lo mejor es que Europa predique con el ejemplo.

En entrevista con el semanario Der Spiegel, Gabriel señala que "China y la India forman parte del Protocolo de Kyoto, pero sin compromiso de reducir sus emisiones. Si los países europeos les demostramos que puede lograrse el crecimiento incluso con una reducción de emisiones de dióxido de carbono, se podrían comprometer más".

El gobierno chino, como se ha visto, reconoce el peligro de que su crecimiento económico se transforme en una catástrofe para el medio ambiente. Pero, al mismo tiempo, argumenta que los cambios necesarios no pueden darse sino de manera más paulatina. La locomotora china -parecen decirnos- marcha a un ritmo imparable. Y no se detendrá, ni siquiera ante la perspectiva de un colapso ecológico de grandes proporciones.




martes, noviembre 07, 2006

Nace un avión más limpio y silencioso



Cada año somos más los que viajamos en avión. Mientras lo hacemos, aumenta la presión política para poner freno a las emisiones de gases de invernadero.

Ahora, un equipo de investigadores en el Reino Unido y EE.UU. llega con un nuevo y revolucionario diseño de aeronave que podría hacer una dramática contribución para detener el cambio climático.

El SAX-40, que ha sido desarrollado por el Instituto Cambridge-MIT, es un avión con una forma radicalmente diferente. Oficialmente, es lo que se conoce como un "ala fusionada". Tiene un fuselaje sin cola, con forma de cuña, y dos alas con forma de murciélago.

El equipo de la Iniciativa de Avión Silencioso (SAI, por sus siglas en inglés) ha tenido éxito al desarrollar un avión radicalmente más silencioso. También es crucial que el SAX-40 es un 35% más eficiente en términos de combustible que cualquier aeronave que vuele en este momento.

Quizá los precios del petróleo ya no estén en los US$78 por barril de hace unos meses, pero con los altos precios del combustible con tendencia a continuar, la eficiencia en el consumo es un factor de importancia en los cálculos de todas las aerolíneas. Aún así, nada de esto quiere decir que, necesariamente, el SAX-40 será construido.

Desde que el Boeing 707 voló por primera vez en 1957 e introdujo la era de jets comerciales, los aviones han cambiado muy poco en su apariencia básica. Los aviones aún consisten de un fuselaje con forma de tubo, con dos alas que apuntan hacia atrás y con turbinas soportadas por debajo.

El jet de pasajeros DeHavilland Comet -aunque comercialmente fallido- tenía las turbinas integradas en sus alas. Costos de innovación Hay buenas razones económicas por las que el diseño ha seguido siendo tan conservador. Al hacer un fuselaje con forma de tubo, los fabricantes de aviones pueden construir con facilidad una familia de variantes más grandes o pequeñas utilizando muchas de las mismas partes.

Mediante la colocación de las turbinas bajo las alas es más fácil hacerles mantenimiento o actualizarlas en medio del período de 30 años de vida útil de la aeronave. Naturalmente, los fabricantes de aviones han hecho mejoras considerables en los últimos 50 años, por ejemplo, al usar materiales compuestos y turbinas más livianas y eficientes.

Sin embargo, futuras mejoras al diseño básico son difíciles de hacer, según Ann Dowling, profesora de ingeniería mecánica de la universidad de Cambridge y líder del equipo británico de la SAI.

"El caso de un cambio radical se está poniendo más fuerte", dice. "Sólo mediante ese cambio uno puede lograr cambios determinantes en las combustión de gasolina". Pero para los fabricantes de aviones como Boeing o Airbus, cualquier cambio de diseño debe producir un rápido retorno de su inversión. Boeing está trabajando en el desarrollo de células de combustible para proveer energía a los sistemas eléctricos y de aire acondicionado.

Actualmente, éstos dependen de las turbinas de los aviones y reducen su eficiencia. Bill Glover, director de desempeño medioambiental de aviones comerciales de Boeing, dice que usar células de combustible generaría ahorros significativos. "Con células de combustible podemos tomar el combustible tradicional, convertirlo en hidrógeno y producir electricidad eficientemente", dice.
"La otra emisión es sólo agua".

Pero incluso esto está a unos 10 o 15 años en el futuro. ¿Cambio radical? Hay una buena razón para la cautela de los fabricantes de aeronaves. Construir aviones completamente nuevos es muy costoso y riesgoso.

Después de que Boeing presentara su jet jumbo Boeing 747 en 1968, entró en serias dificultades financieras cuando la demanda por su nuevo avión se estancó.

Para sobrevivir, la compañía recortó su fuerza laboral de 100.000 a 38.000 empleados. Actualmente, Airbus también tiene problemas financieros con su avión gigante de dos pisos, el A380.

Para los fabricantes es mucho más seguro desarrollar nuevas estructuras aéreas a partir de lo que había antes, más que cambiar completamente con una nueva línea de producción. Sin embargo, con la creciente preocupación por el cambio climático, podríamos ver un cambio radical en el diseño de los aviones.

Éste sería más probable si las aerolíneas tuvieran que pagar impuestos "verdes" por las emisiones de gases de invernadero de sus aviones. Pero los cielos no van a llenarse de formas de aviones radicalmente diferentes en el futuro cercano.

Cuando una aerolínea compra un nuevo avión, lo mantiene volando durante décadas para que sea rentable tenerlo. Eso quiere decir que incluso si este diseño recibe la aprobación de los fabricantes, no empezaremos a hacer fila para abordar aviones como el SAX-40, por lo menos antes de 2030.

Segundo día de la 12ª Conferencia Internacional sobre el Clima


Políticos y expertos en medio ambiente advierten sobre el riesgo del calentamiento global. Se inauguró ayer el debate en Kenia. Sostienen que hay que actuar para salvar a las poblaciones vulnerables.
La 12ª Conferencia Internacional sobre el Clima se inauguró ayer en la capital de Kenia, con un llamado de políticos y defensores del medio ambiente a que actúen para luchar contra el calentamiento del planeta, que calificaron de una de las más graves amenazas para la humanidad.
“El cambio climático emerge como una de las más graves amenazas”, aseguró el vicepresidente keniano, Moody Awori, en la apertura de la conferencia. “Se pueden prevenir los mayores impactos en el cambio climático, pero únicamente si los gobiernos actúan ahora”, advirtió Steve Sawyer, consejero de Greenpeace.


Sawyer llamó a Brasil a tomar cartas en el asunto. “Brasil tiene que asumir su responsabilidad como uno de los mayores emisores de CO2 del mundo”, señaló.“El calentamiento global pone en peligro las metas de desarrollo de miles de millones de las personas más pobres del mundo”, advirtió el ministro de Medio Ambiente keniano y presidente de la conferencia, Kivutha Kibwana, ante unos 6.000 delegados procedentes de 150 países.


“Los países en desarrollo son los más afectados y los menos capacitados para superarlo”, dijo, por su parte, el comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas. La UE considera que est conferencia es una ocasión oportuna para debatir qué ocurrirá después de 2012, cuando expire el Protocolo de Kyoto, que entró en vigor en 2005.


El acuerdo es un mecanismo que requiere que sus 165 países firmantes reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero. La cumbre climática se extenderá hasta el 17 de este mes. Hay 189 Estados miembros de la “Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas” (Unfccc).


Delegados en la conferencia destacaron que las discusiones posiblemente giren en torno de cómo se pueden limitar los efectos del cambio climático y cómo se pueden revertir errores del pasado. Los miles de representantes de grupos de interés del gobierno que participan buscarán formas de ayudar a los países más pobres a lidiar con los efectos del cambio climático.
Representantes del sector privado también participarán en la conferencia, así como países que no han ratificado el Protocolo de Kyoto, como EE.UU. y Australia, en calidad de observadores.


La semana pasada, un economista había presentado en Londres un detallado informe sobre el cambio climático e indicó que el calentamiento del planeta puede llegar a reducir en un 20 % la economía global.


En reacción a este informe, el primer ministro británico, Tony Blair, dijo que el calentamiento global es algo muy serio y que puede tener consecuencias desastrosas. Blair advirtió que el mundo no puede esperar y debe empezar a combatir el fenómeno. (DPA- NA- Especial)

lunes, noviembre 06, 2006

África se rebela contra el cambio climático


Fiel a su costumbre, Estados Unidos «aterrizó» en el primer día de la Cumbre de la ONU de Cambio Climático (COP 12), que se celebra en Nairobi (Kenia) hasta el día 17, advirtiendo de que no moverá un ápice su postura con respecto a la voluntariedad de sus medidas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El negociador jefe del país más contaminante del planeta, Harlan Watson, matizó además que esta política no tiene posibilidades de cambio mientras Bush siga en la Casa Blanca. Las próximas presidenciales son en 2008, y el nuevo modelo pos-Kioto debería estar fijado en 2009 para que pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2013. Por tanto, el asunto clave de esta cumbre, aunque se intentará allanar el camino para ese modelo futuro, es la adaptación a los efectos del calentamiento global, en especial de los países en desarrollo.
El presidente de la COP 12, el ministro keniata de Medio Ambiente, Kivutha Kibwana, afirmó ayer en la sesión de apertura que «el cambio climático pone en peligro los objetivos de desarrollo de los más pobres». Y sin duda una de las regiones del planeta que con mayor crudeza y a cara descubierta se enfrenta a esta amenaza climática es África.


Mayor vulnerabilidad

Un nuevo informe presentado por la Secretaría de la Convención del Cambio Climático, con datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial, indica que la vulnerabilidad del continente al cambio climático es más acusada de lo que se creía hasta ahora, al tiempo que cuantifica esa amenaza.
Así, se ha estimado que el 30% de las infraestructuras costeras en África podrían inundarse, incluyendo asentamientos en el Golfo de Guinea, Senegal, Gambia y Egipto.


En la actualidad, más del 25% de la población de África vive en los 100 kilómetros de franja costera. Y es que el nivel del mar puede aumentar entre 15 y 95 centímetros de aquí a 2100, lo que pondría en riesgo de sufrir inundaciones a 70 millones de personas en 2080, cuando en 1990 esta cifra era de un millón. En el sureste del Continente Negro, las ciudades con mayor riesgo son Ciudad del Cabo, Maputo y Dar es-Salaam.


En Egipto, Alejandría podría también verse seriamente afectada, con unas consecuencias económicas estimadas en 30.000 millones de dólares a causa de la pérdida de tierra e infraestructuras y la caída del turismo.


En la reunión del grupo de trabajo regional de adaptación, que tuvo lugar en septiembre en Ghana, algunos países presentaron las medidas de adaptación que se plantean para hacer frente a la amenaza. Frente a las iniciativas institucionales de Sierra Leona, que ha puesto en marcha una Oficina de Gestión Costera -ya ha calculado que proteger toda su costa le supondrá 1.144 millones de dólares (el 17% de su PIB en 1994)-, Djibouti está construyendo diques para contener el levantamiento de las aguas.


Continua sequía desde 1960

Pero hay efectos del cambio climático que ya se están dejando sentir en el continente. En la actualidad, 220 millones de africanos están expuestos cada año a sufrir las condiciones extremas de la sequía. Durante el siglo XX, el continente más pobre del planeta se calentó 0,7 grados centígrados, al tiempo que las lluvias disminuyeron una cuarta parte en la zona del Sahel (entre el desierto del Sáhara y el África tropical) en los últimos 30 años. Esta zona, al igual que el Cuerno de África y el sur del continente han sido gravemente afectados por las sequías desde 1960.


Los científicos predicen un incremento de la temperatura en África de entre 2 y 6 grados centígrados para 2100. Los patrones de lluvia no están aún del todo claros, pero es probable que en los próximos 50 años haya un descenso en las precipitaciones de entre un 10 y un 25% en el norte del continente en los meses de junio, julio y agosto, y de hasta el 60% entre marzo, abril y mayo.


En contraste, el África occidental verá cómo se incrementan las lluvias hasta un 35% entre septiembre y febrero, un periodo que normalmente es seco. No obstante, el número de personas que se enfrentan a la escasez de agua seguirá creciendo, llegando a los 480 millones en 2025.